A medida que se acerca la fecha límite para que las organizaciones hagan la transición de la norma ISO/IEC 27001:2013 a la ISO/IEC 27001:2022, el tiempo corre. El 31 de octubre de 2025 finalizará el período de transición de tres años, por lo que todas las organizaciones certificadas según la norma ISO/IEC 27001 deberán haber completado su transición a la última versión. Para las organizaciones que actualmente están alineadas con la versión de 2013, este último año es una ventana crítica para planificar, preparar e implementar las actualizaciones necesarias de cara a mantener el cumplimiento y mejorar sus prácticas de Seguridad de la Información.
A continuación, exploramos las acciones clave que las organizaciones deben priorizar en los próximos meses para garantizar una transición fluida y eficaz a la norma ISO 27001:2022.
1. Comprender los nuevos requisitos de la norma ISO 27001:2022
La actualización de 2022 de la norma ISO 27001 introdujo varios cambios notables. Aunque se mantienen muchos de los principios y procesos básicos de la norma de 2013, la revisión de 2022 incorpora controles modernizados y perfecciona áreas para abordar el panorama actual de la Ciberseguridad. Se hace nuevo hincapié en:
- Inteligencia sobre amenazas y gestión de vulnerabilidades: Fortalecimiento de la respuesta a las amenazas emergentes
- Seguimiento de la seguridad: Evaluaciones periódicas y seguimiento en tiempo real para detectar anomalías y posibles infracciones
- Gestión de la configuración: Mantener configuraciones seguras y coherentes en todos los activos de información
Las organizaciones deben realizar un gap análisis detallado para comparar sus Sistemas de Gestión de la Seguridad de la Información (SGSI) actuales con estos nuevos requisitos. Al identificar las áreas específicas que requieren actualización, este proceso revelará el alcance de los cambios necesarios para el cumplimiento.
2. Realizar un gap análisis para una evaluación precisa
Un gap análisis es un paso esencial en la transición, que permite a las organizaciones evaluar el estado actual de su SGSI y determinar las áreas que requieren atención. Un gap análisis exhaustivo debe abarcar:
- Alineación de políticas: Asegúrese de que todas las políticas de seguridad estén actualizadas y reflejen los nuevos controles y requisitos.
- Cambios operativos: Evalúe las operaciones actuales en comparación con la norma de 2022 para identificar si es necesario implementar nuevos controles.
- Controles técnicos y automatización: Confirmar que los procesos automatizados, especialmente en lo que respecta a la supervisión y la gestión de la configuración, están actualizados y alineados con las mejores prácticas.
Para que el gap análisis sea eficaz, las organizaciones deberían considerar la posibilidad de consultar a un especialista acreditado en ISO 27001 que pueda ofrecerles información personalizada y garantizar que no se pase nada por alto.
Shirish Bapat, Director técnico de productos de LRQA, comenta «muchas organizaciones han descubierto que esta transición les ha abierto los ojos, revelando lagunas que desconocían y ofreciendo una valiosa oportunidad para reforzar la seguridad. Nuestro consejo a las organizaciones es que aborden esta transición como una oportunidad no sólo para actualizar los procesos, sino para mejorar realmente su postura de Ciberseguridad en consonancia con la evolución de los riesgos».
3. Dar prioridad a la participación de las partes interesadas y a la concienciación del personal
La certificación ISO 27001 no es sólo un ejercicio de marcar casillas, sino un compromiso organizativo con la Seguridad de la Información. Crear conciencia en todos los niveles es esencial para garantizar que todas las partes interesadas, desde la alta dirección hasta el personal operativo, comprendan la importancia de la transición.
- Alta dirección: Asegure el apoyo de los altos directivos, ya que desempeñan un papel fundamental en la asignación de recursos y en la aplicación de una cultura de seguridad.
- Formación de los empleados: instruya a los equipos sobre cualquier proceso y control nuevos, como el mayor énfasis en la inteligencia sobre amenazas y la gestión de la configuración.
- Colaboración interdepartamental: colabore con departamentos como TI, RR. HH. y operaciones para integrar las actualizaciones de la ISO 27001 en las actividades diarias.
Asegúrese de que todos estén alineados con los objetivos de la transición; no sólo agilizará el proceso, sino que también reforzará una cultura de seguridad en toda la organización.
4. Actualizar las estrategias de gestión de riesgos
La actualización de 2022 exige una gestión de riesgos más proactiva. Como parte de la transición, las organizaciones deben perfeccionar su enfoque de evaluación y tratamiento de riesgos, asegurando la alineación con los últimos requisitos de seguridad.
Las acciones clave incluyen:
- Metodología de evaluación de riesgos: Revisar y actualizar los procesos de evaluación de riesgos para alinearlos con los nuevos requisitos de la ISO.
- Respuesta a incidentes: Refuerce los planes de respuesta a incidentes y recuperación de su organización. Dado que la nueva norma se centra en la inteligencia sobre amenazas y la supervisión de la seguridad, la respuesta a incidentes debe integrar ahora la detección de amenazas en tiempo real y medidas de respuesta automatizadas.
- Riesgos de la cadena de suministro: Reconozca la importancia de gestionar los riesgos de terceros. Las organizaciones deben evaluar si los proveedores actuales cumplen los requisitos de seguridad actualizados y, si es necesario, mejorar las condiciones contractuales y la supervisión continua para garantizar el cumplimiento.
5. Aprovechar las auditorías internas para validar la preparación
Las auditorías internas periódicas son muy valiosas para identificar cualquier deficiencia que pueda ser necesario subsanar. También preparan a la organización para la auditoría externa oficial y el proceso de certificación.
Las consideraciones para las auditorías internas incluyen:
- Evaluación independiente: Utilice auditores internos o consultores externos imparciales para llevar a cabo estas auditorías, garantizando la objetividad.
- Puntos de control periódicos: Programe puntos de control para medir continuamente el progreso de la transición, en lugar de dejarlo para los últimos meses antes de la fecha límite.
- Revisión de la documentación: Asegúrese de que toda la documentación, incluidas las políticas, los procedimientos y las evaluaciones de riesgos, esté completamente actualizada y alineada con la norma ISO 27001:2022.
Al supervisar constantemente el progreso, las auditorías internas pueden proporcionar la seguridad de que la transición va por buen camino.
6. Póngase en contacto con los organismos de certificación lo antes posible
La etapa final de la transición implica trabajar con un organismo de certificación acreditado para llevar a cabo la auditoría oficial y confirmar la alineación con la norma ISO 27001:2022. A medida que se acerca la fecha límite, es probable que aumente la demanda de certificación, por lo que es esencial conseguir un auditor lo antes posible.
- Elija un organismo de certificación acreditado: Colabore con un organismo de certificación acreditado según la norma ISO/IEC 17021-1 para garantizar la validez de su certificación.
- Programe con antelación: al planificar con antelación, se asegura de que su organización tenga tiempo suficiente para realizar los ajustes finales antes de la auditoría.
- Verificación final: los organismos de certificación proporcionan una evaluación final e independiente de su SGSI, garantizando el cumplimiento de la norma actualizada y confirmando que su organización está preparada para hacer frente a los riesgos cambiantes de Ciberseguridad.
7. Reforzar el cumplimiento continuo para una mejora constante
La norma ISO 27001:2022 no está concebida como un objetivo puntual, sino como un marco para la mejora continua de la gestión de la Seguridad de la Información. Más allá de la transición, la norma anima a las organizaciones a seguir mejorando su SGSI para adelantarse a las amenazas emergentes y adaptarse a los nuevos retos de seguridad.
- Gestión proactiva de la seguridad: Centrándose en la inteligencia de amenazas, las organizaciones deben actualizar continuamente los perfiles de amenazas y ajustar sus controles en consecuencia.
- Revisar y perfeccionar los controles: Revise periódicamente la eficacia de los controles implementados para garantizar que sigan satisfaciendo las necesidades de seguridad de la organización.
- Desarrollar una cultura de seguridad: Utilice la norma ISO 27001 como base para crear una mentalidad de seguridad en toda la organización, promoviendo las mejores prácticas en seguridad de la información en todos los niveles.
La cuenta atrás final para una transformación proactiva
A medida que las organizaciones se acercan a los últimos meses antes de la fecha límite de la norma ISO 27001:2022, este período es una oportunidad no sólo para garantizar el cumplimiento, sino también para fortalecer la resiliencia de la Seguridad de la Información. Siguiendo estos pasos clave, las organizaciones pueden aprovechar al máximo este tiempo para abordar las carencias, fortalecer la gestión de riesgos y cultivar una cultura de seguridad proactiva que les será de gran utilidad en el futuro.
Con un enfoque en la mejora continua y las medidas proactivas, esta transición puede marcar un avance significativo en el compromiso de su organización con la protección de datos, el cumplimiento de las exigencias normativas y la generación de confianza entre las partes interesadas.
Para completar hoy mismo su transición a la versión actualizada de la norma, póngase en contacto con su Responsable comercial.