En la gran complejidad de las cadenas mundiales de suministro de alimentos, los productores primarios son la columna vertebral que garantiza que los alimentos lleguen a las mesas de todo el mundo. Sin embargo, la presencia del cambio climático plantea retos sin precedentes a estos actores esenciales.
Desde los pequeños agricultores hasta las grandes empresas agroalimentarias, la presencia del cambio climático se cierne sobre ellos, proyectando una sombra de incertidumbre sobre el futuro de la producción de alimentos.
¿Es el cambio climático el mayor riesgo para las cadenas de suministro alimentario?
En los últimos años, los impredecibles patrones meteorológicos relacionados con el cambio climático han provocado un descenso de la productividad agrícola; desde el estrés térmico que altera los calendarios de siembra y cosecha, disminuye el rendimiento de los cultivos y aumenta la vulnerabilidad a plagas y enfermedades, hasta las sequías prolongadas, las precipitaciones irregulares y las fuertes tormentas; los productores primarios se enfrentan a una creciente incertidumbre y complejidad en la producción agrícola. Las repercusiones del cambio climático en la agricultura son diversas y profundas, y ponen en entredicho los cimientos mismos de la producción de alimentos y la gestión de los recursos en todo el planeta.
Para hacer frente a estos retos se requiere un enfoque que abarque tanto estrategias proactivas de mitigación como prácticas de gestión adaptativa. La mejora de los protocolos de gestión de enfermedades y la ampliación de los recursos alimentarios son vitales para que los productores primarios puedan sortear estas perturbaciones inducidas por el clima y salvaguardar la salud y la productividad de su cabaña ganadera.
El huevo y la gallina: Repercusiones climáticas de la agricultura industrializada
Sabemos que el cambio climático es un factor de riesgo crítico para muchos productores primarios, pero es igualmente importante comprender el impacto que la producción primaria –y más concretamente la agricultura industrializada – tiene sobre el cambio climático.
Aunque la agricultura industrializada ha aumentado exponencialmente en los últimos años para satisfacer la demanda de una población creciente, no se puede ignorar su peaje medioambiental. Las prácticas agrícolas intensivas asociadas a la agricultura industrializada contribuyen a la degradación del suelo, la contaminación del agua, la pérdida de biodiversidad y las emisiones de gases de efecto invernadero, agravando la propia crisis climática que está afectando a la producción primaria en todo el mundo.
Desde el impacto directo de las emisiones de metano producidas por la fermentación entérica del ganado hasta las emisiones de óxido nitroso derivadas de la aplicación de fertilizantes sintéticos; pasando por las implicaciones indirectas de la deforestación, el cambio de uso de la tierra y la degradación del suelo; las actividades agrícolas son responsables de una parte sustancial de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y del círculo vicioso de la degradación medioambiental.
"Equilibrar un imperativo de alimentar a la población con otro de proteger y preservar nuestro planeta plantea un reto importante a la industria alimentaria"
Adoptando prácticas sostenibles
Lograr el equilibrio adecuado entre alimentar a la población y adoptar prácticas sostenibles es una prioridad para la cadena de suministro de alimentos, pero para lograrlo es fundamental introducir prácticas agrícolas nuevas y eficaces.
La agricultura regenerativa ha surgido como una solución importante para la agricultura sostenible. Al priorizar la salud del suelo, la conservación de la biodiversidad y el secuestro de carbono, la agricultura regenerativa ofrece un enfoque único para mitigar los impactos del cambio climático y, al mismo tiempo, mejorar la productividad. Recientemente, hemos visto una adopción significativa de los procesos de agricultura regenerativa por parte de las grandes empresas alimentarias, incluida McCain's –el principal productor de productos de patata congelada– que se ha comprometido a que el 100 % de su cosecha de patatas se realice con prácticas agrícolas regenerativas para finales de la década.
LRQA ha trabajado en estrecha colaboración con McCain para verificar su marco de agricultura regenerativa y garantizar que las prácticas utilizadas en el cultivo de patatas regenerativas cumplan con los más altos estándares de sostenibilidad ambiental; esta colaboración muestra el potencial de la industria alimentaria para liderar la lucha contra el cambio climático.
El futuro de la agricultura
De cara al futuro de la agricultura, encontrar un punto intermedio entre la seguridad alimentaria y la gestión medioambiental cobra cada vez mayor importancia. Si bien la agricultura industrializada sigue siendo vital para satisfacer las necesidades alimentarias inmediatas, la transición hacia prácticas regenerativas es esencial para la sostenibilidad a largo plazo. La agricultura regenerativa no solo mitiga los riesgos climáticos, sino que también preserva la cultura agrícola, honrando el papel vital de los agricultores en la protección de las cadenas mundiales de suministro de alimentos.
Cómo puede ayudar LRQA
En LRQA, estamos comprometidos a empoderar a los productores primarios para que puedan desenvolverse en el complejo panorama del cambio climático y la agricultura sostenible. Gracias a nuestra experiencia en el sector alimentario, ayudamos incansablemente a las organizaciones a adoptar y mostrar las mejores prácticas en agricultura, garantizando la resiliencia y la innovación en todas las cadenas de suministro de alimentos.
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